La ansiedad por separación aparece cuando tu perro no sabe gestionar tu ausencia y lo pasa mal cada vez que te vas.
A veces lo notas porque ladra, rompe cosas o se queda muy inquieto, pero otras veces es más sutil: jadeos, vómitos, rascadas o simplemente una mirada fija a la puerta.
Y aunque muchos lo descubren tarde, la buena noticia es que esto se puede trabajar.
Lo importante es entender cómo se genera, qué señales debes detectar y cómo puedes ayudarle a ganar seguridad desde cachorro.
Si eliges bien al compañero y te apoyas en rutinas estables desde el principio, es mucho más fácil evitar que ese miedo se instale.
Hoy, desde el Blog Canino Corralet, ¡te lo cuento todo!

Ansiedad por separación: por qué ocurre y cómo actuar
La ansiedad por separación no es solo que tu perro te eche de menos. Es que no sabe estar sin ti, y cuando te vas, se le cae el mundo.
A veces lo notas porque llora, ladra, rompe cosas o se hace pis. Otras veces te sigue a todas partes, no duerme si tú no estás cerca o se queda como bloqueado.
Y esto no es porque esté malcriado, sino porque no ha aprendido a estar solo de forma segura.
Esto pasa más de lo que parece, sobre todo con cachorros que se han criado sin estructura o con perros demasiado dependientes de su humano.
La buena noticia es que se puede arreglar, así que aquí te explico cómo identificarlo desde el principio y qué puedes hacer para evitar que vaya a más.
¿Qué es realmente la ansiedad por separación?
La ansiedad por separación aparece cuando tu perro no sabe gestionar tu ausencia. No hablamos de un poco de tristeza, sino de estrés real.
El perro se agobia, entra en bucle y puede hacer cualquier cosa por intentar traerte de vuelta o calmar su malestar.
Lo más común es que ladre sin parar, arañe puertas, muerda muebles o tenga problemas para quedarse solo aunque sea media hora.
Pero no todos los perros lo expresan igual. Algunos simplemente se quedan quietos, tensos, jadeando o babeando mientras tú no estás.
Otros directamente se hacen daño intentando escapar.
Y lo peor es que muchas veces no te enteras, porque todo ocurre mientras tú estás fuera. Por eso, si sospechas algo, una cámara puede darte más información que mil teorías.
El problema no es solo lo que hace el perro, sino cómo se siente.
Y ahí está la clave: no va de corregir comportamientos, va de enseñarle a estar tranquilo sin ti.
Y eso se empieza a trabajar desde cachorro.
Primeras señales de ansiedad en cachorros
Cuando un cachorro tiene ansiedad por separación, no va a romper cosas desde el primer día. Pero sí va dejando pistas.
Por ejemplo, si llora cada vez que sales de la habitación, si no puede dormir solo ni cinco minutos, o si se pone nervioso cuando te ve prepararte para salir, hay que prestarle atención.
También hay cachorros que solo duermen si están encima tuyo, o que no comen si tú no estás cerca.
Estas señales pueden parecer “adorables”, pero si no las gestionas bien, luego pasan factura. El truco está en no reforzar esa dependencia desde el principio. No pasa nada por que se quede un rato solo en otra habitación, o por no responder al segundo uno cada vez que llora.

Y mucho cuidado con sobreproteger. Si a un cachorro lo tratas como si fuera de cristal, lo que estás enseñándole es que el mundo sin ti es inseguro.
Y ahí empieza el problema. Por eso es tan importante que venga de una camada equilibrada, que haya tenido contacto con otros estímulos y que tú sigas reforzando esa seguridad en casa.
¿Conclusión? Si ves que tu cachorro te necesita en exceso todo el rato, no lo ignores.
Es el momento de empezar a trabajar la autonomía, con calma y sin castigos, pero con cabeza.
Comportamiento | Qué te está diciendo |
Llora al quedarse solo, aunque sea un minuto | No se siente seguro sin ti cerca |
No puede dormir solo | Tiene dependencia emocional, no ha aprendido a autorregularse |
Te sigue por toda la casa | No sabe desconectar de ti, vive en alerta |
Se pone nervioso cuando te ve prepararte para salir | Anticipa tu ausencia, ya empieza a estresarse |
Solo come si tú estás delante | Falta de seguridad en el entorno, exceso de apego |
Llanto intenso al quedarse en otra habitación | Le cuesta tolerar la separación física, aunque sea mínima |
Educar desde el principio: Cómo evitar la ansiedad por separación en perros
La ansiedad por separación no aparece de golpe, y lo bueno es que puedes evitarla antes de que dé la cara.
¿Cómo? Educando bien desde el principio.
Cuando un cachorro aprende desde pequeño que puede estar solo sin peligro, que no pasa nada si no estás todo el rato encima, crece más seguro y con menos miedos.
No se trata de dejarlo solo sin más, sino de enseñarle que hay momentos contigo y momentos sin ti, y que los dos están bien.
Y para eso, importa mucho cómo empieza todo: el entorno donde nace, la socialización temprana y cómo gestionas tú sus primeras semanas en casa.
Cachorros bien socializados: la clave para evitar problemas
Un cachorro bien socializado no solo se lleva bien con otros perros o con personas. También sabe adaptarse a cambios, tolerar pequeñas frustraciones y quedarse tranquilo si no estás al lado. Eso no pasa por arte de magia: se entrena desde el primer día.
Aquí es donde el entorno de cría tiene un peso enorme. Un cachorro criado en un sitio responsable con estímulos variados, contacto positivo con humanos y rutinas claras, llega a casa con una base brutal.
En cambio, un cachorro que viene de un entorno pobre, aislado o sobreprotegido… lo va a tener mucho más difícil.
Tu parte también cuenta. En cuanto lo llevas a casa, empieza tu trabajo.
Aquí van algunas claves:
- Busca criaderos o centros que trabajen la socialización desde la camada. Que convivan con estímulos reales (ruidos, juguetes, humanos, superficies distintas…).
- Evita la sobreprotección. Si estás todo el rato encima, le enseñas que sin ti no sabe estar.
- Establece rutinas claras desde el primer día. Comer, salir, dormir… todo con su horario.
- Permite momentos de autonomía. Que tenga ratos solo en otra habitación sin dramatizar.
- Refuerza la calma. Si ves que se relaja estando solo, premia eso sin hacer una fiesta.
Si haces esto desde el principio, la ansiedad por separación ni aparece. Porque no estás tapando el problema, estás evitando que nazca.

Qué no hacer cuando tu perro se queda solo
Muchos de los fallos que generan o empeoran la ansiedad por separación no son por mala intención, sino por desconocimiento.
Hacemos cosas que parecen normales, incluso bienintencionadas, pero que al final solo refuerzan la inseguridad del perro.
Aquí te dejo una lista con lo que no deberías hacer nunca si quieres ayudarle a estar tranquilo cuando no estás:
❌ Despedidas dramáticas o cargadas de emoción
Nada de agacharte, abrazarlo y decirle “vuelvo enseguida” como si te marcharas para siempre. Así solo le confirmas que hay motivo para preocuparse.
❌ Saludarle de forma exagerada al volver
Entrar en casa y montar una fiesta refuerza la idea de que tu ausencia fue un drama. El mensaje debe ser: irme y volver es lo más normal del mundo.
❌ Dejarlo solo de golpe sin prepararlo antes
Pasar de estar 24/7 con él a dejarlo solo horas sin transición es una bomba. Hay que trabajar la soledad de forma progresiva.
❌ Castigarle por lo que hace cuando está solo
Si ha roto algo o se ha hecho pis, cuando vuelves ya es tarde. El castigo no sirve, solo genera más miedo y tensión.
❌ Llenarle de juguetes y pensar que con eso basta
Un kong o un mordedor puede ayudar, sí, pero no resuelve la raíz del problema. Si no hay trabajo emocional detrás, no sirve de mucho.

Mi perro ya tiene ansiedad por separación: qué hago ahora
Si has llegado hasta aquí y tu perro ya muestra síntomas claros, no te preocupes.
Hay solución, pero necesitas tomártelo en serio.
La ansiedad por separación no desaparece sola y tampoco se arregla con un par de juguetes o “dejándole llorar hasta que se le pase”. Al contrario: si no lo gestionas bien, va a peor.
La buena noticia es que puedes mejorar mucho la situación desde casa, sin necesidad de métodos raros ni castigos.
Solo necesitas constancia, empatía y unas cuantas pautas que sí funcionan.

Pautas prácticas para mejorar la convivencia
Aquí van acciones concretas que puedes aplicar desde ya para empezar a reducir la ansiedad y construir un ambiente más tranquilo:
✅ Marca una rutina diaria y cúmplela
Los perros necesitan saber qué va a pasar. Si cada día es un caos, su ansiedad se dispara. Horarios fijos para comer, pasear, jugar y descansar ayudan más de lo que crees.
✅ Crea un espacio seguro solo para él
Una cama, una mantita, un rincón tranquilo. Nada de meterlo en el sitio más ruidoso de la casa. Ese lugar debe ser su refugio, no su castigo.
✅ Trabaja la independencia poco a poco
Empieza por dejarle solo en otra habitación durante unos minutos, y ve aumentando el tiempo. Siempre sin despedidas ni recompensas exageradas.
✅ Desensibiliza los momentos clave
Coge las llaves, ponte los zapatos o abre la puerta sin salir. Repite esos gestos hasta que deje de asociarlos con tu marcha.
✅ Refuerza la calma, no la excitación
Cuando vuelvas a casa, ignóralo unos minutos si está demasiado nervioso. No es por ser frío, es para enseñarle que tu llegada no es un evento.
✅ Evita castigos o correcciones bruscas
No le grites ni le regañes por lo que ha hecho en tu ausencia. No lo entiende y solo aumentas su inseguridad.
¿Qué te ha parecido nuestro artículo sobre la ansiedad por separación en perros?
¡Puedes votar nuestro contenido con hasta 5 estrellas y compartirlo con tus amigos y familiares.
¡Entre todos nos echamos una pata!
Y recuerda, ¡estamos al otro lado de la pantalla!
Síguenos en Instagram, Facebook, Tiktok y YouTube ¡y únete a nuestra manada!
¡Yo me despido hasta el próximo artículo! ¡Guauuu, guauuuu!
Deja una respuesta